¿Oír o Escuchar?

¿Recuerdas, a estas alturas, cuáles son las 3 condiciones que debes cumplir, para lograr Alianzas Inteligentes?

¡¡¡Siiii, qué bien!!!

Sé que tú estás atenta y por eso las recuerdas, pero, por si acaso alguien lee este artículo y no ha leído los anteriores, se las recuerdo:

1)Conocerte
2)Dar
3)Escuchar

Es a la tercera condición, la de escuchar, a la que me voy a referir en esta oportunidad.

Partimos de la base de que ya te conoces, o mejor dicho, te auto-conoces profundamente y de que has tomado la decisión de dar. En cualquier caso, estas dos primeras, son las más sencillas en relación a la tercera.

¿Qué quiero decir con ésto?

Me atrevo a decir que, para la mayoría de las personas, es mucho más sencillo el dar que el escuchar.

Uno puede dar sin prestar demasiada atención a quién le está entregando eso que desea, pero escuchar a quien tenemos enfrente… es mucho más complicado de lo que creemos.

Ahora quiero dejar bien en claro, cuál es la diferencia entre escuchar y oír, ya que son verbos que en general, se utilizan indistintamente, sin tener en cuenta que no es así.

En primer lugar, me ocuparé de “oír”, este verbo de tres letras que implica el “Percibir con el oído los sonidos”, tal como lo define la Real Academia Española.

En este sentido, oímos cientos de sonidos por día y sin embargo, ni siquiera nos percatamos de que es así, pasan desapercibidos, ya sea porque estamos acostumbradas a los mismos o bien porque no les ponemos atención, salvo…

Que se trate de un sonido que por algún motivo, nos hizo “parar las orejas” y poner un especial esmero en saber de qué se trata.

Y he aquí, en segundo lugar, que este último concepto, es el que nos lleva a “escuchar”, o sea, a “Prestar atención a lo que se oye”, como lo define el mismo diccionario.

Es muy placentero escuchar el canto de los pájaros o la música que nos gusta y nos relaja, pero, no siempre es igual de agradable, el escuchar a una persona que tenemos enfrente nuestro, hablando y hablando de un tema que ni siquiera nos interesa.

Por esa misma razón, el escuchar es una condición que debemos aprender y ejercitar para poder formar esas Alianzas Inteligentes de las que queremos formar parte.

Sé que te puede resultar un arduo trabajo el aprender a escuchar, pero es básico hacerlo, puesto que si no te enteras de lo que el otro te está manifestando, nunca podrás entenderte ni formar parte de ese grupo.

Pero más importante aún, es el aprender a escuchar a aquellos que ya han recorrido el camino que tú deseas recorrer. Ellos son los que tienen más conocimientos que tú y la experiencia necesaria para guiarte en el cómo podrás subir un escalón más cada día.

Me encantaría preguntarte ahora: ¿Estás dispuesta a escuchar?

Si es así, te invito a “escuchar” a muchas de las que podrán ser tus ejemplos, formando parte del próximo S.H.E., Seminario para Hispanas Emprendedoras, cuyos pormenores podrás averiguar aquí:

https://evento.hispanasemprendedoras.eu/

¡Te espero!